martes, 19 de febrero de 2008

Não queria roubar outra vez, porque ia complicar mais a situação além de que estava passando necessidades e a comida da minha mãe é muito ruim


Un fugitivo se entrega porque no aguantaba más la comida de su madre.

Em 20 anos de carreira nunca vi um caso como este. Quando um detento foge, quer é mais sumir no mundo, mas aparece este, chega caminhando, se entrega e diz que estava cansado da comida da mãe, dijo el delegado Marcelo Duarte (de Investigaiones Gerais (DIG) de Taubaté).

El caso de Eriomar Nogueira, de 35 años, publicado este martes en la prensa local de Sao Paulo (Brasil), sorprendió a las autoridades de la prisión de Taubaté, no sólo por su decisión de regresar a un calabozo ocho meses después de escaparse, sino también por las razones que lo llevaron a ello.

En su fuga, consiguió llegar al pueblo de Esplanada, en el estado de Bahía, donde reside su madre. Nadie le quería arrestar porque no había una orden de busca y captura contra él. Arrepentido y convencido de que estaba mejor en prisión, optó por regresar y hasta quiso entregarse en alguna comisaría por el camino, pero señaló que "nadie" quería arrestarle, pues no había orden de busca y captura contra él a nivel nacional.

Sin dinero, recorrió en autoestop e incluso a pie buena parte de los casi 2.000 kilómetros que separan Esplanada de la cárcel de Taubaté.

Allí había estado preso dos años y aún deberá permanecer otros ocho, hasta completar la pena de diez que le fue impuesta debido a reiterados robos y hurtos.

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