domingo, 31 de agosto de 2008

Mear por doquier


Tanto en sus cintas como en sus instalaciones, la artista plástica y videasta suiza Angela Marzullo enmarca con frecuencia su trabajo dentro de una obra precedente: Walter Benjamín, Vito Acconci, Martha Rossler, Dan Graham... La obra original se convierte así en Égida, siendo ella ese Escudo de Atenea que puede servir tanto de arma defensiva como ofensiva, y también de pedestal para un triunfo. La reutilización de aquella, según Marzullo, consiste en volver a bruñir el arma, poner en el punto de mira los mismos objetivos que el arquero anterior y constatar que, en el intervalo, el enemigo se ha vuelto aún más poderoso. El trabajo de Angela Marzullo plantea de manera punzante la cuestión sobre la eficacia polémica del arte crítico. En su nueva puesta en escena de la obra maestra de Carole Roussopoulos y Delphine Syrig, SCUM Manifesto (1976), titulada Performing SCUM(2005), las dos hijas pequeñas de la artista sustituyen a las dos grandes figuras feministas. Para Roussopoulos y Seyrig se trataba, gracias a las Imágenes, de volver a poner en circulación el texto de Valerie Solanas, imposible de encontrar entonces en francés. Para Marzullo se trata, por un lado, de reavivar esta obra de arte del panfleto visual y, por otro, de convertirlo en un manifiesto ultra agresivo, ya no familiar y doméstico como en el salón de 1976, sino íntimo y estructurante. Nunca será demasiado pronto para aprender la violencia, nos viene a decir. En 2007, tanto en Suiza como en Francia o en Dinamarca, aunque con distintos nombres, triunfaron las mismas ideas de extrema derecha racistas, reaccionarias y cínicas. En una carta enviada en 1845, Friedrich Engels señalaba que el año 750, una época social que calificaba de infame, una época de "mentalidad mezquina, hipócrita y miserable de pequeño burgués, de una vulgaridad y de un egoísmo general", vio nacer todo lo que ha habido de más grande en la literatura alemana, Goethe, Schiller, Kant y Fichte, Hegel. "Cada una de sus obras extraordinarias vibra con espíritu de desafío y de rebeldía contra las condiciones generales de la sociedad alemana". Contrariamente a la generación precedente (la de C. Roussopoulos, D. Seyrig, A. Davis o C. Schneemann), llevada por el entusiasmo y el espíritu combativo colectivos, la generación de Angela Marzullo, la nuestra, crea en tiempos de repliegue, de reflujo, en una época sin ideales, sin dignidad y sin belleza. Nada resulta hoy más optimista que escuchar el SCUM Manifesto en las voces juveniles de dos niñas pequeñas cuyos ecos resonarán y transmitirán más allá el espíritu de provocación. Nada es tan indispensable como diseminar por la ciudad los libros que fueron escritos para propagar los ideales de la justicia (Stella, theâtre prolétarien pour enfants, 2006). Nada es mas saludable que ir a mear alrededor de la ONU, en Ginebra, para levantar acta de algunos fiascos de la democracia enferma del capitalismo (Mi scappa la pipi, 2004). Diógenes ha encontrado una heredera.

Texto: NICOLE BRÉNEZ
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1 comentario:

tililili dijo...

No entendi nada,pero me acorde de una nocha en que caminabamos por la playa entre San Bernardo y Mar de Ajo, y yo me hacia pis,hice ahi mismo, y cuando termine vi que habia gente cerca,observando,me senti horrible !!